jueves, 5 de abril de 2012

Reencuentro

Me he dado cuenta que he estado peleada con mi blog desde hace mucho. Este espacio significó en sus inicios un cable a tierra donde poder refugiarme cada vez si me sentía sobrepasada, una instancia donde divagar y poner entre metáforas una realidad que me costaba poner en palabras concretas; me hacía bien esa perspectiva que me permitía tomar esta pseudo-literatura que plasmaba virtualmente.

En mi caso, lejos de la moda que se desató en un momento solo me interesaba escribir para mí y si esta metáfora le hacía sentido a alguien más, era una consecuencia adicional. La posibilidad virtual de poner en perspectiva temas que me ahogaban fue súper valiosa para mi.

Aun así, hoy creo que algo que morbo había en que los involucrados se dieran por enterados sin la necesidad de tener que responsabilizarme de mis palabras (a fin de cuenta eran sólo metáforas) y, a la vez, de sentirme acompañada.

En el tiempo vi invadido este espacio por conocidos: gente a la que le lastimaban mis berrinches, que se permitían interpretar mis abstracciones y concluir ideas (erradas) de las que tenia que responsabilizarme luego. Eso me molestó y de una forma u otra me cortó las alas (y el ser concreta para no dañar no me permitía liberar el alma).

He vuelto a escribir un par de veces: en mis cuadernos, en el guión de "Cuentos para Danae" (mi libro), en Dinámica Espiral, en el bloc de notas del iPhone... En fin, siempre rehuí de volver a este blog y hoy siento las ganas de reencontrarme también en este espacio.

Les advierto que no soy la misma que la ultima vez que tuve la oportunidad de abrir mi corazón: antes de ayer leí una carta que escribí hace más de 5 años (que es más o menos el periodo en que este espacio se volvió menos abierto) y no hay mucho de mí que reconozca. No soy la misma que cuando comencé a escribir esta entrada (así de rápido están cambiando las cosas últimamente).

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