sábado, 21 de julio de 2007

She.

Desde niña, siempre he soñado con la muerte y es -quizás- el único contacto que había tenido con ella hasta el año pasado, cuando murió mi abuela.
 
Recuerdo que en las noches, cuando era muy pequeña, venía a mi mente la imagen de mí misma siendo asediada por las olas, a punto de ahogarme... generalmente tenía que correr por bastante tiempo, o esconderme en alguna cueva; la mayor parte de las veces moría ahogada. En otras ocasiones era asesinada por un disparo en una feria, o por alguien que me hacía decidir entre mi vida y la de mi familia, o me convertía en una gran madeja de lana que se perdía en una enorme habitación vacía. Siempre estuve atormentada por estos sueños/pesadillas y aún así la muerte no me parecía tan terrible. Poco después murió la mamá de una compañera de curso y aunque la conocí bastante bien (pasaba tardes completas en su casa) me seguía sin parecer tan terrible. Murieron vecinas, tíos, mi padrino... y nada.
 
Sin embargo, con mi abuela fue distinto. Ella era una mujer fuerte, que sólo fue al médico cuando tuvo a sus hijas. Su enfermedad se presentó de forma extraña... tuvo una obstrucción en el intestino y a las pocas horas su sangre se intoxicó. Sobrevivió a eso y a una operación que tuvieron que hacerle luego (una colondoscopía desgraciada que la dejó con una bolsa que se rompía cuando le daba gana). Estuvo así unos 7 meses (???), pero nunca volvió a ser la misma... Pasaba en su cama, y demasiado triste. La operaron de nuevo para revertir la operación, porque ella deseaba estar normal nuevamente... su hígado nunca volvió a funcionar y murió de una cirrosis severa y de una infección interna. No me alcancé a despedir. El último día que estuvo consciente, salí para que entrara mi tía y no me dejaron volver a verla. No quise ir los días que estuvo en la UCI. Estuve a su lado en las interminables horas de su agonía; estuve ahí mientras las condenadas máquinas sonaban con esos pitidos cliché que marcan el pulso, viendo como su cuerpo de apagaba lentamente.
 
No lloré, y no lo hago hasta ahora, aún cuando no he superado esta situación... Y me duele, me duele demasiado, porque ni siquiera aquí... inmersa en las letras que muchas veces me dan la libertad para expresarme sin temores. He ocultado bien este dolor, y realmente no tengo el valor para sacarlo a la luz.
 
Quería recordar el aniversario de su muerte, y quería recordar la muerte misma.
 
Un abrazo apretado.

8 comentarios:

Canal Preto dijo...

La semana pasada soñé con mi vieja volviendo de la muerte, como si nada, luciendo como en sus treintas, hablándome, abrazándome.

A ver si en la semana escribo algo más elaborado de eso.

Tes bien.

Jenipher dijo...

Quisiera decirte tantas cosas...

traspasar tantos sentimientos, pero muchas veces me siento tan monotemática... que no sé... el tema de la muerte me llega profundo... cala acá dentro, donde más duele... he perdido a prim@s... tíos... a 3 de mis abuel@s... amigos del alma... he llorado por todos... pero con quien ha sido totalmente distinto, fue caundo perdí a mi niño... no hay mucho más que decir, sólo agregar que luego de eso, cualquier cosa que me pase, cualquier pérdida se me hace poco, muy poco...



cariños mi niña... todo es ultra superable... TODO, me oyó??? no se bajonee, menos por cosas que no tienen remedio, la vida te espera, ponte tu mejor ropa, pinta tus labios, y sal a buscarla a la puerta!

besos miles!!!

Patri dijo...

Ese dolor es tan duro que cuesta sacarlo fuera. Yo he perdido a gente a la que quería muchísimo, y duele, duele mucho.

Lo siento cariño.

Besotessssssssssss

Anónimo dijo...

la muerte es algo q me toca muy ondo en my, soy uno de los pocos q puede decir q perdio al año i¡y nedi de vida a su padre, q en dos años seguidos murieron las dos persoas q mantenian vivo el recuerdo de mi padre (mi tio hugo y mi abu)...

las lagrimas sobran, los recuerdos son los importantes...

q lastima q yo no los tenga

Sabores y Calles dijo...

sabes? para mi este es un gran tema. Quisiera escribirte mil cosas, pero no logro elaborarlo.

Muy bello lo q escribiste, duro pero bello.


Saludos.

MAYA dijo...

Bella: Tanto que decir, que a veces uno no sabe por donde empezar. Lo único que podría agregar es que el tiempo se toma sus "Tiempos" y que en el momento es que estes preparada para llorar, lo haras de la forma más natural, como una especie de desahogo donde la tristeza fluye sola y se va. Para que los recuerdos hermosos queden atizados en tu alma. Y eso hará muy feliz a tu abuela, que desde arriba debe estar cuidando tus pasos.

Un fuerte abrazo.

Maya

 kotto dijo...

no soy quien para decirte las cosas.. pero ojala me entiendas:
no creo que sea bueno guardar esa pena, no tienes por que ocultar ese dolor, te hace mal...

Te Mando un beso y un abrazo apretado

Anónimo dijo...

Vamos, trata de olvidar todos esos malos momentos en los que ella no fue la misma y atesora los grandes momentos que pasaste con ella. Seguramente ella no estaría feliz si te viera triste; preferiría verte recordándola por todo lo lindo que pasaron juntas y sonriendo.

BTW, muy, pero muy feliz cumpleaños, pásatela bien en tu día y arriba el ánimo =).

Saludos.