domingo, 26 de julio de 2009

El lado positivo de ser pesimista

Pensar siempre positivo no es una obligación. Imaginar escenarios catastróficos y prevenir que sucedan es un rasgo no sólo funcional, sino virtuoso, dicen los especialistas.

Usted tiene dos semanas de plazo para entregar un proyecto muy importante. Como siempre, usted se pone al menos en cinco escenarios: qué sucedería si adelantan la fecha de entrega o si el resfrío de su hijo la contagia y no puede trabajar. Tal vez un problema eléctrico acaba con su computador donde tiene todo guardado, o su compañero de trabajo que la ayuda en el proyecto tiene un problema y no puede colaborar. Quizás, en la revisión final, su jefe le plantea que necesita otra alternativa que no está considerada.

Todo el mundo le dice que no piense en catástrofes, que piense positivo y que todo saldrá bien. Pero no. Su naturaleza es otra, y por eso usted tendrá el trabajo listo en menos de dos semanas, tomará limonadas calientes, adelantará la parte de su compañero, respaldará todo en pendrive y hablará varias veces con su jefe para considerar posibles cambios.

De todas maneras, usted se pregunta si este pesimismo no le estará jugando en contra. Pero ahora la psicología moderna le responde que no, que siga así.

Ser pesimista es bueno, dicen los especialistas. Claro que hay que entender de qué tipo de pesimismo se trata. La profesora de sicología de Wellesley Collage, EE.UU., Julie Norem, aborda el fenómeno en su libro The Positive Power of Negative Thinking. Ahí, señala dos tipos de pesimistas: los funcionales y los desesperanzados. Los primeros esperan siempre el peor resultado, pero se preparan decididamente a que no ocurra. Los segundos asumen que nada nunca les funcionará y están ligados a trastornos depresivos.

Pesimista, pero acertivo
En 2004, Norem publicó un estudio en el Journal of Research in Personality. En la investigación, la sicóloga trabajó con dos grupos de personas pesimistas. A través de piezas musicales, a un grupo le indujo buen humor y al otro les bajó el ánimo. Luego, sometió a ambos grupos a pruebas matemáticas, y se dio cuenta de que los pesimistas animados tuvieron un rendimiento peor que los pesimistas tristes. La conclusión fue que no hay que obligar al negativo a ser positivo, porque en la medida que sigue su naturaleza, acierta.

Tali Sharot, especialista de la University College London, que también ha estudiado el tema, asegura que los pesimistas funcionales tienen opiniones acertadas porque, simplemente, son más realistas. Ellos consideran puntos de vista que efectivamente pertenecen a la realidad: las desgracias que imaginan no son fantasías. Por eso, Marta Soto, docente de la Uniacc, dice que es conveniente escucharlos.

Exceso de optimismo
La recomendación no es ser ni optimista ni pesimista. El punto es actuar coherentemente con la propia naturaleza, cuando no es dañina. Paul Ormerod, economista norteamericano, por ejemplo, dice que para empezar un negocio hay que ser muy positivo, pero para mantenerlo, es clave ser pesimista funcional.

Además, la moda de pensar siempre en positivo, no necesariamente es sana. Como plantea Miguel Campillay, sicólogo de la U. de Chile, el pensar positivo no se puede convertir en un deber, porque acorta las posibilidades. Felipe Gálvez, docente de la U. Mayor, profundiza: "pensar positivo es, a veces, una manera poco elegante de esconder aspectos frente a los cuales definitivamente lo que se debe hacer es dudar o desconfiar", dice.

¿Vaso lleno o vacío?
Los extremos son insanos, tanto para quien visualiza todo como fracaso, como para el que nunca ve nada malo. Marta Soto, sicóloga de la Uniacc, describe los perfiles.

Optimista peligroso
No es capaz de prever posibles fracasos, por eso, si tienen uno, les resulta demasiado doloroso. Su manera de defenderse es no ver nunca algo malo.
Se sienten omnipotentes, ya que creen que todo lo bueno fue provocado por ellos y, a veces, pueden rayar en la manía.

Optimista funcional
Tienen alta tolerancia a la frustración, ya que ven los aspectos positivos de las más variadas experiencias. Son el paralelo del pesimista funcional, porque también son flexibles: ellos ven el lado amable de todo, pero no de manera irreal.
Son seguros de sí mismos y perseverantes.

Pesimista funcional
Son flexibles y creativos, porque tienen la capacidad de imaginar muchos escenarios, que generalmente son catastróficos. Sin embargo, se preparan y actúan para no fallar en nada. Están bien preparados para adaptarse a distintos cambios, van anticipando.

Desesperanzado
Son poco competitivos, porque se dan por perdidos de antemano. Pueden adaptarse fácilmente, pero siempre pasan inadvertidos. Confían muy poco en sí mismos y en los demás, tienen baja autoestima y su personalidad se asocia a patologías depresivas.

7 comentarios:

Francisco dijo...

Ta weno :O
de vdd que si :O

un verdadero aporte señorita imadia
xD

muchos saludos y ya me acorde del autor xD explícame a Jung si xD

Ara dijo...

es poco deprimente a decir evrdad xD

apapachos, se el quere n.n

BarbiSch dijo...

Pesimismo funcional es lo que cargo entonces! jaja
Saludos!

Anónimo dijo...
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M dijo...

;)

Maga dijo...

No se que soy... y es que siempre me preparo para el peor escenario. De esta manera cubro las posibilidades de que todo salga mal y minimzo los riesgos... de otra parte, si las cosas salen mejor, ando feliz y muy feliz por ello.

Mmm... pesimista funcional?

No es que no piense jamas positivo porque las esperanzas jamas las pierdo e intento rescatar las cosas buenas de lo vivido pero no sonrio todo el dia ni digo que pronto todo estará "fantástico divino"

En fin! me encantó el artículo :D!

Unknown dijo...

por el título del blog deduzco que es fan de Evanescence o no? xD...bueno, me gustó esta entrada, es un poco antigua, pero la encontré en google xD.
Admito que según lo que leí acá, yo era un desesperanzado en mi niñez, incluso pasé por autoflagelación e intento de suicido, y me di cuenta que esa no era la solución y blablablá, ahora vendría siendo un pesimista funcional ¬¬, lo que sí estoy seguro es que no quiero y espero no serlo, un optimista. xD.
Bueno me haré seguidor, me interesó el post y espero encontrar más cosas interesantes aquí, chao.